Asma

El asma es una enfermedad crónica del sistema respiratorio que afecta a los bronquios, los conductos que llevan el aire dentro y fuera de los pulmones. En las personas con asma, los bronquios se inflaman y se estrechan, lo que dificulta la respiración y puede provocar episodios de sibilancias, tos, opresión en el pecho y dificultad para respirar. Estos síntomas pueden ser leves, moderados o graves, y a menudo son desencadenados por factores como alérgenos (polen, ácaros del polvo, caspa de mascotas), irritantes (humo, contaminación del aire, productos químicos), infecciones respiratorias, ejercicio físico intenso, cambios climáticos o emociones fuertes. El asma puede ser controlada con medicamentos y evitando los desencadenantes conocidos, aunque en algunos casos graves puede ser potencialmente mortal y requerir atención médica urgente. Es importante el seguimiento médico adecuado para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.

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¿Cuándo consultar con un especialista?

Debes considerar acudir a un especialista en asma, que generalmente es un neumólogo o un alergólogo, en las siguientes situaciones:

Síntomas persistentes: Si experimentas síntomas de asma de forma regular, como sibilancias, tos, opresión en el pecho o dificultad para respirar, incluso cuando estás siguiendo el tratamiento prescrito por tu médico de atención primaria.

Episodios frecuentes: Si tienes episodios de asma más de dos veces por semana que interfieren con tus actividades diarias o tu calidad de vida.

Necesidad de medicación de rescate frecuente: Si necesitas usar tu inhalador de alivio rápido con frecuencia para controlar los síntomas de asma.

Dificultad para controlar los síntomas: Si encuentras que tu asma no está bien controlada a pesar de seguir cuidadosamente el plan de tratamiento prescrito.

Cambios en los síntomas: Si notas cambios significativos en tus síntomas de asma, como un aumento repentino en la frecuencia o gravedad de los ataques, o si experimentas nuevos síntomas como fatiga extrema, pérdida de peso inexplicable o fiebre.

Necesidad de ajuste del tratamiento: Si requieres un ajuste en tu plan de tratamiento actual, ya sea para agregar, cambiar o ajustar la dosis de medicamentos.

Empeoramiento repentino: Si experimentas un empeoramiento repentino de los síntomas de asma que no responden al tratamiento habitual, o si tienes dificultad para respirar que no mejora con el uso de tu inhalador de alivio rápido.

En resumen, es importante acudir a un especialista en asma cuando tus síntomas no estén bien controlados, sean persistentes o empeoren, para recibir una evaluación más detallada, un plan de tratamiento personalizado y la orientación necesaria para manejar eficazmente tu condición.

* Esta información tiene fines informativos únicamente. Consulta a la autoridad médica local para recibir consejos.